Los derechos humanos durante la pandemia de COVID-19 en Argentina se refieren al impacto que la pandemia y las medidas sanitarias tomadas a partir del día 16 de marzo provocaron en ellos.
La pandemia se inició unos días antes de que finalizara el mandato presidencial Mauricio Macri, quien perdiera la elección por su reelección ante su sucesor en el puesto, Alberto Fernández, quien llegó al gobierno expresando una visión política considerablemente diferente de la que expresaba su antecesor, diferencia expresada en lo que se ha denominado "la grieta".
En marzo de 2020 el gobierno nacional consensuó con todos los gobernadores de provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, oficialistas y opositores, las pautas básicas para llevar adelante la política sanitaria durante la pandemia. A mediados de marzo algunos gobiernos provinciales decretaron cuarentenas en sus territorios. Poco después, el gobierno de la Nación con apoyo de todos los gobernadores y el jefe de gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, dispuso una cuarentena general y obligatoria en todo el país a partir del 20 de marzo,[1] a la vez que rechazó establecer el estado de sitio, manteniendo vigentes las libertades y derechos constitucionales.[2]
A partir del 12 de abril las provincias y la CABA quedaron facultadas para solicitar excepciones, fijando protocolos de prevención,[3] estableciendo áreas bajo un régimen llamado de "distanciamiento social" graduado en fases flexibles, que abarcaron la mayor parte del territorio nacional. La cuarentena se mantuvo o se reimplantó en aquellas ciudades con altas tasas de contagio, incluyendo el AMBA.[4]
Durante este período se produjeron una serie de medidas a fin de garantizar los derechos humanos de la población, así como una serie de denuncias sobre violaciones de derechos humanos.
<ref>
no válida; no se ha definido el contenido de las referencias llamadas PERFIL-Coincide
© MMXXIII Rich X Search. We shall prevail. All rights reserved. Rich X Search